José María Zavala (Autor)
Así se vence al demonio, de José María Zavala
Tomo con ilusión la lectura de Así se vence al demonio, de José María Zavala. Contento como quede la semana pasada con otro de sus libros, Un juego de amor, escrito con Paloma, su esposa, me decido a conocer mejor su obra y su persona.
En esta ocasión la temática es la otra cara de la moneda. Ahora es el mal personificado, aunque inseparable del amor por causa de la facultad de la libertad. José María Zavala, tras su conversión y descubrimiento de Dios, investiga también a quien más lo odia, el Demonio.
Los exorcistas
El trabajo es una recopilación de entrevistas a exorcistas católicos y a endemoniados, en primera persona y sin tapujos. La calidad de las respuestas es tan alta como la de los entrevistados: Entre los exorcistas llega hasta el fallecido padre Amorth, y con él escucharemos las experiencias y opiniones de muchos otros conocidos exorcistas y demonólogos, varios de ellos españoles. Un lujo y una fuente de información muy interesante para cualquier interesado en conocer al enemigo.
Los endemoniados
Del lado de los endemoniados, en Así se vence al demonio, de José María Zavala, tenemos la oportunidad de recorrer de primera mano y primera voz, todos y cada uno de los distintos casos por los que una persona puede verse en tan terrible trance. José María Zavala, además de investigador de la Historia es periodista, y aquí demuestra su destreza en el cara a cara ante las fuentes. Conoceremos, pues, personas de toda clase, condición, edad, sexo, vocación, trabajo, religión, creencia, cultura y costumbre. No se deja nada. Por tanto la recopilación de testimonios es valiosa y útil para el lector.
Conclusión
Importante: Es de agradecer que, aunque no omite detalles que pueden ser escabrosos o desagradables, nunca utiliza un tono morboso, sino al contrario, es limpio y escrupuloso para dar a conocer sin agresiones a la estética.
Sólo puedo recomendar su lectura, que a mí me ha sido de mucha ayuda para conocer un mundo al que, quizás con puerilidad, solemos tener aversión; pero del que debemos saber. Como Zavala recuerda en la entradilla del libro, Baudelaire escribió que “La mejor artimaña del demonio es persuadirnos de que no existe”. Y yo añado: Quien lea algo de la turbulenta vida de Baudelaire sabrá que sufrió muy de cerca la actuación del diablo.