Cuentos de Antón Chéjov

Antón Chéjov (autor)

Cuentos de Antón Chéjov

En cualquiera de los Cuentos de Antón Chéjov descubrimos un autor apasionado por los sentimientos humanos. Su lectura nos revela a un observador que separa cada uno de los pensamientos de sus personajes como si deshiciera cabellos enredados, con delicadeza. No quiere romper nada, aunque desea estudiarlo todo.

Los Cuentos de Antón Chéjov también repasan las tipologías de su sociedad, época y momento histórico. De la misma forma que hicieron otros escritores del siglo XIX, podemos hacernos una perfecta idea de cómo eran los ciudadanos de aquella Rusia prerrevolucionaria. Los pobres y los ricos, los sabios y los campesinos, las mujeres y los niños, los creyentes y los mundanos, los enamorados y los desengañados. Todos pasan por su microscopio.

El análisis es apasionante, un auténtico traslado en el tiempo que muestra una fotografía dinámica. Se diría que sus protagonistas siguen, en algún lugar, luchando por su aprendizaje vital.

Los filtros de sus cuentos

Especialmente interesante es el cristal a través del que mira las situaciones narradas. A menudo es irónico, con frecuentes toques humorísticos (humor ruso, por decir algo, pero humor). Puede alcanzar el sarcasmo. El filtro suele tener pocos colores, escasas alegrías, como corresponde a su país y realidad. La dureza también está presente y es habitual. ¿Humor negro? No, no llega a gastar bromas.

Esos personajes tan bien compuestos pasan por circunstancias extraídas del día a día, que pueden parecer extremas, pero acontecen. Vemos pues el problema del perdón frente a los malentendidos,  del egoísmo frente al amor, del materialismo frente a la nobleza de espíritu.

Cuentos de Antón Chéjov

Los síntomas

El lector de tales cuentos nunca quedará apartado de la historia o indiferente. Los Cuentos de Antón Chéjov son realmente inteligentes, por lo que cualquier selección escogida causará el efecto que pretendió el autor: Sorpresa, juicio, tristeza, indignación… Somos pasajeros en su vehículo, lo cual es magistral.

Algún ejemplo

Sin desvelar finales, imaginemos cómo puede acabar la historia de un funcionario que pide perdón a un alto mandatario de forma reiterada por haberle estornudado cerca, sin quedar tranquilo tras ninguna de sus humillaciones. O pensemos en un médico que ha perdido a un hijo y en ese momento recibe la visita de un rico hombre que ve a su mujer al borde de la muerte. O uno de los más famosos: Una apuesta millonaria entre un joven abogado y un banquero soberbio para dilucidar una discusión sobre el hecho de la cadena perpetua.

Reflexiones

Con estas frases seleccionadas de un monólogo acaba uno de sus cuentos: “Ante Dios que me está viendo y con la conciencia tranquila, declaro que yo desprecio la vida, la salud, la libertad y todo lo que en sus libros se llaman bienes mundanales”. “Sus libros me proporcionaron la sabiduría”. “Y yo siento desprecio por sus libros, siento desprecio por todos los bienes de la Tierra y la sabiduría…”. “Qué interesa que sean hermosos, orgullosos y sabios, si la muerte los va a borrar de la faz de la tierra al lado de las ratas…”. “Ustedes se han vuelto locos y caminan por un sendero falso. Consideran que la mentira es la verdad, y la fealdad es la hermosura… No deseo entenderlos”.

Sobran más palabras.

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