Anthony Pagden (Autor)
Mundos en guerra, de Anthony Pagden, es muy parcial
El libro de historia Mundos en guerra, de Anthony Pagden realiza una abrumadora recopilación de datos y notas alrededor de los “2500 años de conflicto entre Oriente y Occidente”, como reseña en su subtítulo. Las 558 páginas, notas incluidas, repasan esos años por ambos territorios y sirven para ofrecer información relevante al respecto.
Sin embargo, si bien es innegable la utilidad de los contenidos, no puedo estar de acuerdo con la mayor parte de sus conclusiones, o, al menos, con las más importantes para dilucidar el conflicto.
Aversión del autor al hecho religioso
Afortunadamente, Anthony Pagden, antiguo profesor de Cambridge, Oxford, Harvard y catedrático de la Anthony Hopkins, manifiesta abiertamente su aversión a las religiones. Es de agradecer la sinceridad, porque declara el sesgo que tomará el libro y el lector está advertido.
Queda clara también esta postura por el uso que hace de la nominación ¿agnóstica?, ¿atea?, ¿respetuosa para con todos? de la era que sigue al nacimiento de Jesucristo mediante las iniciales “a.E.C.” y “E.C.”, que significan “antes de la Era Común” y “Era Común”. Sólo tiene un problema el lavado de manos que usan algunos historiadores laicistas, judíos y musulmanes, y es que, aunque borren así el nombre de Jesucristo, no pueden borrar su fecha de nacimiento que marca el antes y después de una era, ya que para ello tendrían que usar el calendario chino, el francés de la Revolución o el musulmán marcado por la figura de Mahoma, pero quienes compran sus libros no les entenderían.
Explica también, Anthony Pagden, que será más crítico con la religión del Islam que con el Cristianismo; adelanto que es un sentimiento del autor porque, por ejemplo, yo no lo veo igual.
Mis razones para leer Mundos en guerra, de Anthony Pagden
La primera fue que me llamó la atención el tema. Indudablemente es sugerente y de actualidad, el conflicto entre los dos grandes bloques culturales. El libro cumple lo que dice el subtítulo, y trata de ello; eso es bueno. El problema es que también leí tres llamativos textos en granate de prestigiosas revistas (The NY Times Book Review, Newsday y Publishers Weekly), que quizás se cumplan en la versión en inglés, pero, desde luego, no son ciertos en la española. Por ejemplo, hablan de “los viejos placeres de la prosa vívida y la narración trepidante”. Lo siento, pero el crítico debería estar achispado por su fascinación ante las teorías de Pagden, porque esas más de 500 páginas yo no las puedo calificar así. La verdad es que me ha costado leerlo, las oraciones suelen ser largas, fraccionadas, multi-subordinadas y multi-coordinadas, con una cantidad de datos que impide la fluidez de lectura, y con habituales idas y venidas de un momento histórico a otro o de una escena temporal a otra. Es mi denuncia a los gurús de la crítica, más comerciales que otra cosa.
Es conveniente leer Mundos en guerra, de Anthony Pagden simplemente porque recoge una hipótesis interesante, opinión del autor, que la apoya con inteligencia, aunque quienes no estemos de acuerdo le podamos criticar muchas parcialidades.
Impresionante en datos, no en conclusiones
Lo dicho anteriormente, y algo más, contiene unas 40 páginas de notas, otras 25 de bibliografía y casi 15 más de índice analítico. Es decir, datos no faltan.
Los datos y su ordenación son una labor de investigación tremenda, pero las conclusiones, la hipótesis del autor es criticable. No quiero desvelar su teoría, pero sí puedo decir que el libro está centrado de forma importante en los problemas que causan las religiones para acabar diciendo que el problema del conflicto no es la religión, sino otro. Sorpresa.
Bien, está claro que no se puede definir la síntesis sin analizar el asunto, si bien puede quitarle hierro al conflicto religioso durante el planteamiento de su hipótesis, dado que es menos trascendente de lo que parece en su exposición. No entiendo esto, salvo por la advertencia de su aversión a las religiones.
El problema de la extensión de Mundos en guerra, de Anthony Pagden y obras similares
Quizás no me habría hecho caso, pero si hubiera podido aconsejar a Pagden le habría advertido de que redujera el grado de erudición para centrarse en apoyar bien las afirmaciones, y, sobre todo, que se dejara a un lado sus emociones en la medida de lo posible. No me cabe en la cabeza que un catedrático del nivel que se le supone escriba que “ninguna de las dos religiones ha abandonado nunca oficialmente sus pretensiones de ser la única verdadera, imponiendo a todos aquellos que se aferran a otras fes la condenación eterna”. Se refiere a Cristianismo e Islam. Y yo me pregunto: ¿Y el Concilio Vaticano II? ¿Nos lo saltamos? Porque el cristianismo católico admite claramente que no es preceptivo seguir su religión para lograr la salvación. No señor Pagden, no tiene nada que ver el concepto de libertad individual que propugnó Jesucristo con el de Mahoma, y tampoco el de la Iglesia Católica con el del Islam. Y esto no sólo es un problema de no saber teología, sino de manipular la historia.
Es una muestra de las consecuencias de escribir páginas y páginas alrededor de un tema profundo y complejo, que te puedes quemar. Y no ocurre una sola vez en el libro, por supuesto. He mostrado un ejemplo palmario.
Del problema de las religiones
Es común juzgar la religión por el comportamiento de los fieles. Yo considero que no es una buena medida. Los hombres y mujeres cometen errores, pecados, agresiones a la Ley Natural o Ley Divina. Fijémonos en la génesis de la religión, en su doctrina, en sus raíces filosóficas, en su respeto “genético” a la libertad humana. Y según esto es sabido que el Judaísmo es la religión de la Esperanza (siguen esperando a su Mesías salvador del pueblo de Israel, una religión racial y local), el Cristianismo es la religión de la Caridad (ama a tu enemigo, difícil, pero está escrito; Dios crea un hombre libre y respeta su libertad y lo ama tal y como es), y el Islam es la religión de la Fe (Alá por encima de todo, incluso por encima de la libertad individual de cada persona en este mundo; si no haces lo que dice el Corán, eres un infiel y puedes ser ejecutado).
Mundos en guerra, de Anthony Pagden, como cualquier obra que ha sido trabajada, ayuda a pensar y a aprender. Gracias al autor, a pesar de todo.